AP.-La llegada de la variante ómicron a Cuba y la rapidez de su propagación obligó a las autoridades a incrementar las medidas de control sanitario, sobre todo de viajeros internacionales, imponiendo la presentación de tarjetas de vacunación completa y test obligatorios a partir del 5 de enero.
Una publicación en Facebook del ministro de Salud, José Ángel Portal, indicó que además de la cuarentena obligatoria para las personas que arriben de ocho países con alta transmisión (Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia, Malawi y Eswatini), se pedirá a los procedentes de los otros países mostrar un esquema de vacunación completo y un resultado negativo de PCR realizado con 72 horas de anticipación.
También se incrementará la vigilancia y se realizará toma de muestra aleatorias a su arribo al país. Los cubanos que no estén inmunizados deberán cumplir una cuarentena obligatoria en un hotel responsabilizándose del costo de alojamiento y transportación.
Portal indicó que los tripulantes y pasajeros de embarcaciones mercantes tendrán las mismas obligaciones, aunque estarán exentos aquellos que vengan en cruceros por menos de 48 horas, pero deberán estar inmunizados.
Los foráneos que lleguen para becas o algún tipo de permanencia de colaboración tendrán que hacer cuarentena en sus albergues por ocho días. No requerirán de esquema completo de vacunación los niños menores de 12 años o adultos que por causas médicas estén impedidos de recibir los antígenos.
“Si bien durante el mes en curso se evidencia una disminución de confirmados –respecto al mes de noviembre–, este no constituye motivo alguno para confiarnos. El virus se mantiene entre nosotros”, escribió el ministro en su entrada de Facebook.
“Desde el pasado 29 de noviembre y hasta el 25 de diciembre…en Cuba se habían identificado 72 personas contagiadas con esa variante (ómicron), en 12 provincias”.
Los viajeros que resulten positivos serán aislados en instituciones especiales al igual que sus contactos directos, al tiempo que se reforzará la pesquisa entre la población y no se permitirá la realización de actividades masivas hasta nuevo aviso.
Ya a comienzos de semana las autoridades habían informado que se intensificará la aplicación de dosis de refuerzo de las vacunas de producción nacional de la isla: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.
Desde el mes de agosto, cuando presentó un pico de unos 26.000 contagios con la variante delta, Cuba comenzó un descenso de positivos –a la fecha de diciembre se habían presentado solo 2.100–, pero la semana pasada los números comenzaron a repuntar de nuevo con la apertura de los vuelos internacionales a partir del 15 de noviembre Cuba inició en mayo una campaña masiva de vacunación, incluyendo a niños mayores de dos años y a la fecha el 91,3% de su población tiene el esquema completo, que en la isla es de tres dosis.
En diciembre se comenzó también con los refuerzos. Por su parte, la corporación estatal de medicamentos, BioCubafarma, mostró su satisfacción por la decisión de las autoridades mexicanas de aprobar el uso de Abdala, que se suma a un anuncio similar realizado por la vecina caribeña de San Vicente y Las Granadinas.
Cuba vendió sus vacunas a Venezuela, Irán, Nicaragua y Vietnam, pero el aval de la Organización Mundial de la Salud está en proceso. Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, Cuba acumula 965.571 casos positivos y de ellos 8.322 personas fallecieron.