
Por: Providencia Rossi Pujols

Santo Domingo. Altruista, emprendedor, visionario, humildad son palabras que definen a la perfección al dominicano Saúl Ulloa, quien a los 23 años emigró a los Estados Unidos, en busca del llamado sueño americano y ahora 22 años más tarde es un exitoso empresario en la ciudad de Boston.
Ulloa, un hombre sencillo, afable, hace doce años inició su fábrica de pañales desechables a menor escala, en la ciudad norteamericana, hoy su empresa
, hoy es una de las más reconocidas en la elaboración de pañales desechables para niños y adultos, en diferentes formatos y tamaños, para la exportación a mayor escala.
Debido a la alta demanda de diferentes marcas privadas para la fabricación de sus pañales personalizados, dependiendo de la necesidad de cada cliente, Ulloa vio la necesidad de extender el negocio, por lo que abrió una fábrica de ensamblaje en República Dominicana la cual funciona en Santo Domingo Este con el nombre de Sael, a través de la cual suple al comercio de menor escala, pero con igual calidad, compromiso y excelencia, aunque mantiene su amplia clientela en el mercado de importadores mayoristas desde los Estados Unidos.
“Nosotros fabricamos pañales desechables, hacemos marcas privadas, personalizadas para las empresas y genéricos y ahora estamos incursionando en la fabricación de toallas femeninas”, asegura el inquieto y visionario empresario, quien comenzó a desarrollar su potencial en el mundo de los negocios antes de emigrar, siendo muy jovencito fundó en República Dominicana una academia de idiomas.
Ulloa, quien es licenciado en idiomas, asegura que “como a mí siempre me han gustado los negocios, al llegar a Estados Unidos, busque la manera de hacer lo que me gusta, hasta que poco a poco fue creando las bases para crear la empresa”, dice el empresario al definirse como inquieto al momento de perseguir sus objetivos.
La empresa creada y dirigida por Ulloa en Estados Unidos, crece y se diversifica, ya no solo se encarga de la fabricación de pañales desechables a gran escala para el mercado americano y el dominicano, ahora está incursionando en la elaboración de toallas femeninas, tiene un spa y desarrolla productos de salud y belleza.
La empresa creada y dirigida por Ulloa, quien nació en Mao creció en Santo Domingo Oriental, importa hacia República Dominicana cerca de 3 contenedores de pañales desechables a la semana y cuenta con cerca de un centenar de empleados.
Aunque Ulloa es un poco parco al hablar sobre la gran labor altruista que desarrolla en favor de la clase necesitada en su país natal República Dominicana, hemos sido testigos, de su apoyo incalculable y silencioso a la Oficina de Asistencia Social y Comunitaria (OFAC), que dirige Domingo Jiménez, la cual tiene su sede en Santo Domingo Este, a la cual dona miles de pañales desechables , los cuales llegan a madres de escasos recursos económicos de los sectores menos favorecidos económicamente, como una manera de devolver a la sociedad parte de lo que ha conquistado mediante el trabajo arduo y tesonero durante todos estos años.
Saul Ulloa, es un joven empresario, prospero, trabajador, visionario cuyo ejemplo es digno de emular por las presentes y futuras generaciones de dominicanos.